Toca hablar hoy de uno de los clásicos de “terror cómico” más famosos de la historia del cine: Gremlins, de Joe Dante. ¿Os acordáis de estas pequeñas criaturas que llegaron a cines allá por el verano de 1984? El éxito de la película fue tal que ha ido pasando de generación en generación, convirtiendo a su protagonista, Gizmo, en uno de los personajes más entrañables de los 80 (en su versión sin agua, claro). Aquella propuesta cinematográfica innovadora y complicada (realizada con animatronics o mascotas robóticas) es una especie de “cuento de Navidad” (de hecho, la historia se desarrolla en esa época) con un mensaje muy claro: si tienes una mascota, tienes que ser responsable y hacerte cargo de ella. 😀 Y si no que se lo digan a Billy, que solo tenía que seguir 3 sencillas reglas con Gizmo: no dejes que le dé jamás la luz del sol, mantenle alejado del agua y, la más importante de las tres, nunca le des de comer después de medianoche. ¿Os veis capaces de seguir estas tres normas para mantener a vuestros Funko Pops de Gremlins a salvo? Os dejamos aquí las imágenes de dos Gremlins que ya no tienen remedio: el exhibicionista y Greta, la primera Gremlin chica. ¡No dejéis que salgan de sus cajas! 😀
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